martes, 11 de octubre de 2016

Códice Vindobonensis

FICHA TÉCNICA
Origen:           Mixteco (Oaxaca)
Tipo:              Principios del siglo XVI
Material:        Piel
Temática:       Relato sagrado sobre los orígenes míticos del universo mixteco - Ritual astronómico calendárico.
Dueños:          Cardenal Adriano Florencio - Papa Clemente VII - Cardenal Hipólito de Medicis - Cardenal Nicolaus von Schömberg -  Actualmente en Biblioteca Nacional de Austria.


Proviene de la época preshipánica en la Mixteca Alta, actualmente Santiago Apoala, estado mexicano de Oaxaca. Una de sus caras contiene información detallada de la historia de algunos señoríos de la Mixteca Alta. Centrado en la vida de Ocho Venado-Garra de Jaguar, quien dominó un extenso territorio que abarcaba casi toda La Mixteca, estableciendo importantes alianzas con los nahuas del centro de México. Mientras que el anverso se plasmaron algunos mitos relacionados con la cosmología mixteca. Debe su nombre a su ubicación actual pues forma parte de las colecciónes de la Biblioteca Nacional austriaca, en la ciudad de Viena, Austria; cuya traducción al latín es “Vindobona”.

Un interesante relato sobre la “probable” historia no tan reciente de cómo llegó este documento a su ubicación actual, la encontramos contada de manera magistral por María Sten[1] (investigadora polaca-mexicana, estudiosa del legado cultural del México antiguo.) “Los datos que conciernen a su viaje a España están envueltos en el misterio, y todavía son más nebulosos los que se refieren a cómo llegó a Portugal, de Portugal a Italia y de Italia a Alemania. "Lo más probable" es que este "libro pintado" haya sido enviado por Cortés junto con otro códice (¿el Nuttal?), como obsequio al emperador Carlos V. "Lo más probable" es que haya sido encontrado en uno de los muchos templos de los alrededores de Veracruz. Lo seguro es que los primeros presentes enviados por Cortés al emperador llegaron a Sevilla el 5 de noviembre de 1519, y es posible que entre esos presentes estuviese el Codex Hierog/yphicorum lndiae Meridionalis. Pero Carlos V disfrutaba entonces unas vacaciones en Molino de Rey y no. vio personalmente los obsequios, ni los menciona. Pero los vieron los sabios Juan de Oviedo y Pietro Martire d'Anghiera, autor del famoso libro De Orbe Novo Decadas Octo, aunque ninguno habla del "libro pintado". Tampoco habla de él Alberto Durero, que un año después tuvo oportunidad de admirar, en Bruselas, los tesoros recibidos por Carlos V. Queda, pues, envuelta en la oscuridad esta parte de la historia del bellísimo códice” (Sten, 1970, pp. 49)

Posiblemente Carlos V obsequio el códice a su cuñado/suegro Manuel I. "Lo más probable" es que Manuel, a su vez, obsequiara el códice al papa Clemente VII y que éste lo donara al cardenal Ippolito dei Medici.

A “Alemania, el códice llegó por vías no bien comprobadas. Del Colegio de Cardenales de Clemente VII formaba parte el cardenal Nicolaus van Schomberg, de ascendencia germana. Y "lo más probable" es que después de su muerte el códice haya llegado a Alemania junto con los bienes personales del prelado, y que allí lo haya guardado su
familia.” (Sten, Op. Cit.)

Job Ludoff  fue quien estudió por primera vez el documento en Weimar, en 1650, fue él. Haciendo públicos sus descubrimientos en 1677, cuando el príncipe Juan Jorge de Sajonia-Eisenbach lo obsequió al emperador Leopoldo I, que lo depositó en la Real Biblioteca de Viena, designada después Biblioteca Nacional Austriaca.

Como dato curioso se encontró que durante su peregrinación, el códice cambió de nombre 18 veces, hasta que fue definitivamente clasificado en la biblioteca de
Viena como Codex Mexicanus 1. Sin embargo, en México seguimos conociéndolo como códice Vindobonensis o códice Vienna.

Según Miguel Gleason (egresado de la Universidad Iberoamericana),quien encabeza el estudio desde 2012 en el que se catalogó el patrimonio mexicano en Francia, Reino Unido, España, Italia y El Vaticano: "las "joyas" del patrimonio mexicano existente en los dos países germanófonos son el Penacho de Moctezuma, que se conserva en Viena (Austria) y dos códices que se exhiben "con honores" en Alemania, el códice de Dresde y del códice de Vindobonensis", cuya reproducción integral se puede consultar en el dvd-rom sobre el inventario del patrimonio mexicano disperso por el Viejo continente patrocinado por Conaculta y el Instituto Nacional de Antropología (INAH).

Referencias.

Jimenez, Arturo (2007) El país está en deuda con la investigadora María Sten: Homenaje in memoriam en Filosofía y Letras. En: La Jornada jueves 7 de junio. http://www.jornada.unam.mx/2007/06/07/index.php?section=cultura&article=a06n1cul
Consultado el 29 de abril de 2014

León Portilla, Miguel. (2007) María Sten: su entrega a México En: Revista de la Universidad. Nueva Época, No 41 julio

Noguez, Xavier. (2006)  Códice Vindobonensis. En: Arqueología Mexicana Vol. XIV, No. 81, Septiembre-Octubre

Sten, María (1970) Historia desconocida de los códices mexicanos. En: Revista de la Universidad Volumen XXIV, números 5-6/enero-febrero


Sten, María, (1997) Las extraordinarias historias de los códices mexicanos. México. J. Mortiz



[1] En palabras de Miguel León Prtilla, una de las figuras más destacadas en la difusión de la cultura de los pueblos mesoamericanos fué Sten; Traductora de diversos textos — entre ellos la Visión de los vencidos— su trabajo como investigadora abarcó códices mayas, nahuas y mixtecos incluyendo el teatro Náhuatl.