martes, 6 de diciembre de 2016

La personalidad de José María Morelos - Charlas de café

«… Pero me da mucho miedo dejar a mi madre y a mi hermana otra vez solas. Cometo entonces un error que me cuesta muchas lágrimas: llevármelas. Mi madre no sobrevivirá los rigores de aquel lugar inhóspito.
         José María Morelos se queda callado. Una lágrima resbala por su mejilla. La enjuaga con el dorso de su mano. Le pregunto entonces si quiere seguir. No responde con palabras, pero niega con la cabeza y cierra los ojos.»
Pedro Ángel Palou

Con motivo de la celebración que en este año se realiza a nivel nacional, en que se decretó por la Presidencia de la República, y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 26 de diciembre del año pasado, como “Año del Generalísimo José María Morelos y Pavón”; Siempre es interesante preguntarse ¿Quién fue ese humilde cura que de principio sólo quiso unirse a la independencia como capellán del ejército de Hidalgo, pero que con el paso del tiempo se convirtió en el gran caudillo del movimiento insurgente? Vale la pena recordar que la ciudad de Cuautla dio gloria militar en 1812 y Apatzingán, un lugar en la historia como estadista en 1813, pues no es menor que el actual Estado de Morelos, blanda orgulloso el nombre de este personaje histórico: hombre que puso en jaque al virreinato; político que vislumbró un país independiente y justo, el Siervo de la Nación le llaman los historiadores nacionalistas.
Originario de un pueblo humilde, pareciera que los obstáculos e injusticias que sufrió durante su niñez lo llevaron a desarrollar su muy particular punto de vista sobre la Guerra de Independencia. Su familia perdió terrenos, dinero y prestigio social por no estar inscritos formalmente en el Libro de Españoles, por lo que es posible que esto le llevaría a tener fuertemente arraigadas ideas de justicia y equidad y al conocer a Miguel Hidalgo, éstos se refuerzan; resultando la semilla de los Sentimientos de la Nación, redactados, en 1813. De joven trabajó junto a su tío en un ejido, observando las condiciones de trabajo de los peones explotados y heridos por sus patrones.
Una vida llena de dificultades crearía la personalidad curtida que muestra en batallas como el Sitio de Cuautla en 1812 donde se da el tiempo para contestar irónicamente las cartas de Calleja:

Señor español:
El que muere por la verdadera religión y por su patria, no muere infausta sino gloriosamente. Usted, que quiere morir por la de Napoleón acabará del modo que señala a otros.
Ud. no es el que ha de señalar el momento fatal de este ejército, sino Dios, quien ha determinado el castigo de los europeos y que los americanos recobren sus derechos.
Yo soy católico, y por lo mismo le digo a Ud. que tome su camino para su tierra, pues según las circunstancias de la guerra perecerá entre nuestras manos el día que Dios decrete ese futuro posible.
Por lo demás, no hay que apurarse, pues aunque acabe este ejército conmigo y las demás divisiones que señala, queda aún toda la América, que ha conocido todos sus derechos y está resuelta a acabar con los pocos españoles que han quedado.
Ud. sin duda está creyendo la venida del rey don Sebastián en su caballo blanco a ayudarle a vencer la guerra, pero los americanos saben lo que necesitan y ya no podrán ustedes embobarlos con sus gacetas y papeles mentirosos.
Supongo que al señor Calleja le habrá venido otra generación de calzones para exterminar esta valiente división, pues la que trae de enaguas no ha podido entrar en este arrabal; y si así fuere, que vengan el día que quieran, y mientras yo trabajo en las oficinas haga Ud. que me tiren unas bombitas porque estoy triste sin ellas.
Es de Ud. su servidor, el fiel americano Morelos.
P.D. El capitán Larios después de muerto, como Ud. me dice, cogió la valija que contenía esta cubierta.

Cuautla, sobre el campamento de Calleja, 4 de abril de 1812.

Su particular ideología cambió la historia del país, pero ¿qué pensaría José María Morelos sobre las condiciones actuales del país?, una aproximación a este respecto ofrece Pedro Ángel Palou, en la ficción de sus charlas de café:

“Los políticos mexicanos siempre hablan del futuro, Palou. Nunca del presente. Es por el presente que todos tenemos que trabajar, sólo así habrá futuro, que será nuevamente presente cuando todo ocurra. Lo demás es demagogia, retórica. Tenemos que ser más humildes y más sabios que nunca en estos días y sobre todo volver a mirarnos, escrutar viejas respuestas que negamos en nuestra historia para reconocer quiénes somos, qué México queremos y sobre todo para quiénes queremos ese México donde el estado de derecho sea un derecho de todos y no sólo de unos cuantos. Parece mentira pero tantos años después tenemos que empezar de nuevo”.

Quizá si el actual presidente de México estuviera enterado de estas opiniones y de la tendencia irónica con la que Morelos trataba a quienes estorbaban a sus ideales de justicia y equidad; y si Morelos hubiese tenido la oportunidad de conocer a esta figura política contemporánea: ni se exaltarían los acontecimientos que han contribuido al fortalecimiento de nuestra identidad, y a la consolidación y engrandecimiento de la Patria, ni se hablaría de que José María Morelos y Pavón es uno de los héroes de talante excepcional, ni tendríamos año del generalísimo, ni nada…
El próximo 22 de diciembre se conmemorará el Bicentenario luctuoso de Don José María Morelos y Pavón, fecha en la que le fusilaron en San Cristóbal Ecatepec y a quien el Congreso de la Unión reconoce con el carácter de héroe nacional al mandar se ice  a media hasta el Lábaro Patrio, en su aniversario de muerte, pero a media hasta deberían estar las enaguas, no solo de Calleja sino de toda la clase política de la historia de México que no respeten particularmente el punto 12 de los “Sentimientos de la Nación” “una mayor igualdad, reduciendo el tiempo de los jornales y se debe procurar mejores costumbres para las clases marginadas”.
  
Referencias

Lemoine Villicaña, Ernesto. Morelos, su vida revolucionaria a través de sus escritos y de otros testimonios de la época. Universidad Nacional Autónoma de México. Primera edición. México, 1965. p. 200-201.

Don José María Morelos y Pavón. Sentimientos de la Nacion. En: http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/1813.pdf Consultado el 13 de noviembre de 2015


Palou Pedro Ángel, 2009, Charlas de café con José María Morelos, Edición: Quebecor World. S.A de C.V, Querétaro México.

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