Benedict, P. (1985). STORIA INTERPRETATIVA O STORIA QUANTITATIVA? Quaderni Storici, 20(58 (1)), nuova serie, 257-269.
Llama
la atención que el inicio de las reflexiones de Philip Benedict sobre la aparición del libro: La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de la cultura francesa del historiador Robert Darnton , tomen lugar en la
distante relación entre el acontecimiento académico y el público culto de Norteamérica,
mientras que la comercialización del libro encuentra excelente ánimo de acogida entre un amplio sector de lectores a nivel
mundial, no privativo del ámbito académico. Se trata de un libro escrito originalmente
en inglés, que da cuenta de los distintos niveles culturales existentes en la
Francia del siglo XVIII. Escrito por la pluma de un extraordinario estilista “la
prosa está agradablemente salpicada de expresiones francesas y fluye con facilidad
entre el vigoroso inglés coloquial y el argot específico de numerosas
especialidades académicas.” Darnton logra lanzar ideas con un abordaje de interés para diversas
disciplinas; presentadas con claridad y verificando cada una de ellas mediante
escrupulosas pruebas de archivo, estimulando así lecturas en niveles diversos
para ofrecer un nuevo enfoque a la historia de las mentalidades. Una historia
en tendencia etnográfica, sensible a las sugerencias de la antropología
cultural.
La alternativa metodológica
que Darnton propone, en contraposición a los métodos cuantitativos, que estaban
tan de moda en los trabajos sobre historia cultural, es un enfoque hermenéutico,
en el que: cuando el historiador no alcance a comprender los significados del pasado en el texto “se
ofrece un camino fértil para penetrar las visiones del mundo que hemos perdido.
Partiendo de tales documentos, colocándolos en el mundo circundante de los
significados, pasando del texto al contexto y viceversa”, así el lector
encuentra significados a partir de su propio lugar intelectual. Muchos de los
textos de partida para La gran matanza, incluyen
géneros que pocos historiadores han utilizado antes como fuentes primarias;
cuentos, relatos, manuscritos y documentos poco notables; textos insólitos y
cautivadores, pero en el fondo según Benedict, el lector familiarizado con la
nueva forma de abordar la historia del ‘Antiguo Régimen’, nota que el terreno que
se recorre en cada capítulo es un trayecto familiar. Para un historiador que
rechaza el carácter impersonal y mecánico de la historia cuantitativa, la
antropología cultural ofrece un camino que le permite ‘escribir la historia
desde abajo’, de alguna manera más respetuoso del valor del individuo y con
cierta libertad a los supuestos materialistas de las tensiones de clase.
Los principales argumentos
que en esta controversia ofrece Darnton, son que la gente del pasado a la que estudiamos,
necesita ser interpretada no contada y muchos trabajos recientes terminan siendo
meras colecciones de tablas. Otro punto importante en este sentido, es que las
curvas estadísticas son en primera instancia, construcciones artificiales realizadas
por los historiadores, cuya interpretación queda influida por los prejuicios de
estos mismos. Por último, los objetos culturales , a diferencia de los
tabulados estadísticos, son producciones directamente diseñadas por los sujetos
de estudio quienes les dan significado en su propio contexto.
Para Benedict, “el método
Darnton resulta mucho menos innovativo (sic) de lo que su vestimenta lo hace
parecer a primera vista” y existen modificaciones históricas en los modos de
pensar, que difícilmente se comprenderían en el presente sin los métodos
cuantitativos aplicados a la historia. Y en lo que yo consideraría un ejercicio
de cierre reflexivo un poco forzado Benedict
comenta que: “The Great es el libro perfecto para recomendar a los
amigos que no son historiadores, para mostrarles el fermento de nuestra materia
en este momento; y al mismo tiempo… son consistentes tanto el interés como la
importancia de los resultados teóricos, estimulantes para los especialistas que
reflexionarán sobre él. Pero no se trata de un libro que transforma nuestra
comprensión de la Francia del XVIII”
En lo personal, creo
que “La cuantificación no debe estar en el polo opuesto de una investigación de
significados”. La complementariedad de técnicas y enfoques cuantitativos podría
apoyarnos en la construcción de explicaciones al hecho de que creencias y
actitudes difundidas tradicionalmente como testimoniales por los documentos
fuentes, fueron verdaderamente compartidas por los diversos sectores de la
población. Pero contrarío a la opinión de Benedict si considero que el estudio
serio de la forma en que se investigó y escribió La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de la cultura
francesa, puede ser buen pretexto para la reconstrucción de un discurso del
método innovador, aún que no necesariamente en total control de la academia.