martes, 5 de julio de 2016

Códice Azcatitlan

Códice Azcatitlan

El Códice Azcatitlan es un libro de historia mexica que narra desde el momento en que deciden salir de su lugar de origen para buscar mejores horizontes, se reseña con detalle su peregrinación y establecimiento en Tenochtitlan y los primeros años posteriores a la conquista española.

Es posible que el documento de Azcatitlan haya pertenecido a Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, miembro distinguido de la nobleza indígena colonial; bisnieto de Nezahualpiltzintli de Texcoco y de Ixtlilxóchitl, figura clave en la conquista de México. Se conoce de Ixtlilxóchitl su interés por la historia y se supone que investigó con ahínco todo lo concerniente al pasado prehispánico. A su muerte, muchos de sus documentos pasaron a manos de Carlos de Sigüenza y Góngora, grande sabio del barroco mexicano, quien a su vez heredó su biblioteca a los jesuitas mexicanos.

Lorenzo Boturini Benaduci en su gusto por coleccionar este tipo de documentos adquirió importantes fondos de los jesuitas; hasta que el Virrey Pedro Cebrián y Agustín, conde de Fuenclara; ordena su deportación y la confiscación de su colección de documentos, que quedan a resguardo de la Secretaría de Cámara del virreinato. Boturini, de vuelta en Europa y con la intención de rescatar sus valiosos documentos hace un recuento de la colección incautada o “Catálogo del museo histórico indiano”. En dicho catálogo menciona al Códice Azcatitlan: “...Otro Mapa en papel europeo de 25 fojas, quizás traducido de otro mas antiguo, explica la Historia Mexicana; la venida de sus gentes a la Nueva España; mansiones que hicieron en los lugares, con caracteres de los años y símbolos de los días; la llegada de los españoles, predicación del Santo Evangelio, y ritos de nuestra Sagrada Religión”.(Boturini, 1746, pág. 10).


Hacia la primera mitad del siglo XIX, el códice pasó a manos de Joseph Marius Alexis Aubin, director de la sección de ciencias de la Escuela Normal Superior de París, “quien originalmente llega a México con propósitos de investigación en el campo de la física y la astronomía, pero que al ponerse en contacto con el tema del México antiguo cambia sus intereses, centrándose en la investigación histórica”.(Graulich, 1995, pág. 18) En 1840 Aubin se lleva toda la colección a Francia y la vende a Eugène Goupil y a la muerte de este, es donada a la Biblioteca Nacional de Francia donde se conserva hasta la fecha en la sala de manuscritos orientales, registrado dentro de la colección de fondos mexicanos con el número 59-64.