martes, 28 de junio de 2016

El Códice Florentino

El Códice Florentino
Compendio enciclopédico atribuido a Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590) con apoyo de escribanos procedentes principalmente del Imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco; escrito principalmente en náhuatl; y originalmente en cuatro volúmenes, de los cuales sólo se conservan tres que complementan lo registrado textualmente en la Historia general de las cosas de la Nueva España, con datos del mundo gráfico imperante en la tlacuilolli tradicional (arte de la pintura de libros). Técnicamente su formato es el de un libro por lo que para efectos del presente no debemos considerarlo un códice, sin embargo su importancia radica en ser una de las primeras investigaciones sobre las culturas originarias en la década de 1540´s utilizando cierta metodología que en opinión de algunos es precursora de las técnicas moderna en el campo antropológico. Respecto a esta metodología, encontramos una interesante descripción en el sitio oficial de la Biblioteca Digital Mundial (WDL, por sus siglas en inglés) Sahagún obtuvo la ayuda de dos grupos indígenas importantes: los ancianos (principales) de numerosas ciudades de México central y los estudiantes nahuas y exalumnos del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, donde Sahagún trabajó durante gran parte de su estadía en México. Los principales respondían cuestionarios que preparaba Sahagún sobre la cultura y la religión, y sus respuestas eran registradas en su propia forma pictórica de escritura. Los estudiantes nahuas interpretaban las imágenes y ampliaban las respuestas, transcribiendo fonéticamente el náhuatl con caracteres latinos. Sahagún luego revisaba el texto en náhuatl y agregaba su propia traducción al español. Todo el proceso llevó casi 30 años y finalmente se completó entre 1575 y 1577 con una copia nueva y completa del manuscrito preparado.[1] Y Xavier Noguez corrobora esta información en un artículo publicado para Arqueología mexicana: Sahagún inicia su trabajo a fines de 1575, y hacia fines de 1577 parece haber tenido la versión final. (Noguez 2012).

Se conoce que el documento llego España en 1580, y es probable que de España se haya enviado a Roma y de ahí a Florencia, Italia, en donde Angelo María Bandini, bibliotecario florentino, realizó la primera descripción cuidadosa del manuscrito, en un catálogo publicado en 1793. El nombre del documento se lo debemos a  García Icazbalceta quien en el año de 1886 le nombra Códice Florentino, en su bibliografía mexicana del siglo XVI.

Alessandra Russo, encargada de manuscritos y libros raros de la Biblioteca Laurenziana comentó a la Jornada el año pasado, que la figura clave para la sobrevivencia del códice, así como su envío a Florencia fue Rodrigo de Sequera, comisario general de la orden franciscana para la Nueva España y protector de Bernardino de Sahagún. Fue él quien se encargó de la traducción castellana del códice. (Ortiz, 2013) Estas afirmaciones las realizó basada en los resultados de un convenio internacional firmado en 2008 que permitió el análisis de los pigmentos y las imágenes del códice; a cargo de Clara Bargellini, Diana Magaloni y Alessandra Russo, quien continúa:  De España, el manuscrito llegó a Florencia entre 1580 y 1588. Lo sostengo porque el inventario privado del cardenal Ferdinando I de Medici (futuro gran duque de Toscana) de 1587, describe un códice con las mismas características del nuestro. Además, al año siguiente, en un nuevo inventario, se identifica una traducción de cinco libros De costumbres de Mexicanos. Esto significa que Berdinando lo mandó traducir al italiano vulgar, lo que demuestra su entusiasmo por el códice. Probablemente la traducción restante no se logró completar o se perdió. Localicé el manuscrito que tiene la cubierta roja y el emblema cardenalicio Medici en la Hispanic Society de Nueva York, donde se encuentra hoy día. Las motivaciones de fray Rodrigo no pueden verificarse, pero lo debió de haber donado a alguien que sabía que lo cuidaría y apreciaría. (Ortiz, op. Cit.)

Podemos decir que Francisco del Paso y Troncoso el primero en tratar de descifrar metodológicamente su contenido, en una edición cromolitográfica de 158 láminas. El trabajo de copiado estuvo a cargo del artista Genaro López. Estas imágenes fueron utilizadas a color o en blanco y negro, en numerosos trabajos posteriores. Fue hasta 1979, cuando el Archivo General de la Nación de México publica una edición facsimilar del códice, que ha impulsado análisis más confiables en torno a la proveniencia iconográfica, formas, colores, ubicaciones y relaciones del material gráfico con los textos escritos. (Noguez 2012)

En la Biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia, Italia, el Códice Florentino pertenece a la sección del fondo Mediceo Palatino, números 218-220.




[1] Descripción general del Códice Florentino en el portal de la WDL en: http://www.wdl.org/es/item/10096/#additional_subjects=Florentine+Codex; consultado el 25/4/14